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Cómo pintar con pistola

    No cabe duda de que pintar es algo que casi todos estamos seguros de poder hacer por nuestra cuenta. Ya sea alguna pared, un mueble o una puerta, no es habitual que se recurra a un profesional para hacer el trabajo. Esto, no obstante, no impide que el resultado pueda totalmente satisfactorio. La manera más sencilla de conseguirlo es contar con las herramientas más adecuadas.

    Saber cómo pintar con pistola es la mejor forma de conseguir unos acabados perfectos. Aprender la técnica no es demasiado complicado, aunque sí hay algunos aspectos que se deben tener en cuenta.

    ¿Qué se necesita para pintar con pistola?

    Lo primero que se necesita es, obviamente, una buena pistola para pintar. Esta herramienta está compuesta básicamente por un depósito en el que se almacena la pintura, varias boquillas con diferentes rangos de salida y, en muchos casos, un compresor regulable.

    Además de la pistola, también es importante que tengas a mano otras herramientas para pintar, sin importar que este sea pintar una pared, hacer bricolaje o completar una labor de carpintería.

    Papel, plástico y cinta de carrocero: estos artículos se van a utilizar para preparar el espacio en el que vayas a pintar. Más concretamente, para proteger aquellos elementos que no queramos que se manchen con la pintura. .

    Equipo de seguridad: aunque la pistola no es peligrosa, la pintura y el disolvente sí puede resultar tóxico. Es importante, por lo tanto, utilizar gafas protectoras, mascarilla, un pantalón largo y guantes.

    Pintura: junto con la propia pistola, la pintura es el elemento fundamental para hacer el trabajo. La mayoría de la veces vas a tener que diluirla previamente para que la boquilla no se obstruya.

    Técnicas para pintar a pistola

    Una pistola para pintar no solo puede utilizarse con pintura, sino que también admite ciertos esmaltes, barnices o lasures. Su gran ventaja, además del acabado profesional, es la rapidez en terminar el trabajo.

    La técnica para utilizarla no es demasiado complicada. Así, solo tendrás que aplicar una capa fina, sin excederte en la cantidad de pintura. La mejor forma de lograrlo es hacer barridos con la pistola de pintar de un lado a otro, cubriendo un poco más los bordes.

    La pintura es expulsada en forma de abanico y hay que cuidar acertar con la distancia a la que poner la pistola. Si te colocas demasiado lejos, la pintura se dispersará y no la aprovecharás bien. En cambio, si la acercas demasiado se corre el riesgo de que se produzcan goteos o que aparezcan lascas.

    ¿Cómo pintar con pistola? Tutorial para aprender a pintar con pistola

    Aunque no es complicado, usar la pistola de pintar requiere cierto aprendizaje para poder sacarle todo el partido. En este vídeo puedes ver de manera bastante clara cuáles son los pasos que debes seguir.

    1. Protege la zona con plásticos y cinta

    Como no queremos que toda la casa quede manchada de pintura, el primer paso es proteger con plástico las zonas que pueden ensuciarse. Igualmente, debes apartar los objetos cercanos, como los mueble.

    2. Prepara la pintura

    Después de abrir la lata de pintura tendrás que removerla durante unos segundos. Después, hay que medir la densidad del líquido y diluirla con agua o disolvente en la proporción que indique las instrucciones de la pistola.

    3. Prepara la pistola

    Selecciona la boquilla que mejor se adapte al tipo de trabajo que vayas a hacer y configura la presión de salida y cantidad de pintura en la pistola. Normalmente, en las instrucciones están indicados los rangos necesarios. Tras esto es conveniente hacer una prueba en alguna superficie, como un cartón.

    4. Comenzar a pintar

    Mantén una distancia constante a la hora de aplicar la pintura. Tras terminar, hay que dejar secar la primera capa y, después, dar una segunda capa.

    5. Limpia la pistola de pintura

    El mantenimiento de la pistola de pintar es muy importante para que esté siempre en las mejores condiciones. Nada más terminar el trabajo hay que limpiarla para que la pintura no se reseque.

    ¿Cómo preparar pintura para pintar con pistola?

    Como hemos mencionado, en la mayoría de los casos es necesario diluir la pintura antes de usarla con la pistola. Este paso no es necesario en algunos de los modelos más modernos, pero en el resto se deben seguir las recomendaciones que aparezcan en las instrucciones.

    En líneas generales, deberás diluir la pintura en una proporción que va desde un 5 al 10%. En el caso de pintura acrílica, se añade agua, mientras que si es sintética o de poliuretano se diluye con disolvente.

    En cualquiera de los casos es muy recomendable remover la pintura para eliminar cualquier posible grumo. Con esto se reduce la posibilidad de que la boquilla se obstruya.

    ¿Cómo pintar paredes con pistola?

    Pintar una pared con rodillo puede ser largo y tedioso. Con una pistola, en cambio, el proceso es mucho más rápido y sencillo, sobre todo si tenemos a mano un extensor para llegar a las zonas más complicadas.

    La manera de realizar el trabajo es la misma que para el resto de superficies. Para empezar, hay que proteger la zona con plásticos, papel y cinta. Después, se prepara la pintura para que pueda ser utilizada.

    El siguiente paso es preparar la propia pistola de pintar, eligiendo la boquilla adecuada y la presión que consideremos necesaria. A la hora de comenzar el trabajo, debes sujetar la herramienta de forma vertical y colocarla a unos 30 centímetros de la pared. Es mejor que las pasadas en la primera mano sean horizontales, mientras que en la segunda se recomienda que sean verticales.

    ¿Cómo pintar gotelé con pistola?

    Lo primero que debes saber es que esta técnica precisa de pintura al temple, un producto bastante económico. Para pinta con la pistola, debe diluirse en agua y evitar que aparezcan grumos.

    En cuanto al tipo de pistola, la mejor para esta tarea es la de gravedad, cuyo depósito suele estar fabricado con nailon.

    El grosor del gotelé va a depender de la graduación que apliques a la boquilla de la pistola. Antes de empezar, prueba el resultado en alguna superficie.

    A la hora de pintar tienes que hacerlo siempre en la misma dirección. Si empiezas pasando la pistola de izquierda a derecha, no puedes cambiar posteriormente al sentido contrario.

    ¿Cómo pintar aluminio con pistola?

    Una de las grandes ventajas de utilizar una pistola para pintar aluminio es que el acabado será mucho más liso que el conseguido con un rodillo.

    Para que el resultado sea óptimo, lo primero es disolver la pintura en un 10% con disolvente de poliuretano. Existen algunas pinturas acrílicas que incluyen tanto la imprimación como el color, algo que las hace perfectas para esta superficie.

    Antes de empezar a pintar vas a tener que limpiar muy bien la superficie, aunque en este caso no se tiene que lijar. El mejor resultado se obtiene con dos manos de pintura, dejando siempre que se seque totalmente entre una y otra.

    ¿Cómo pintar rejas de hierro con pistola?

    Si quieres pintar, por ejemplo, una reja de hierro de una ventana, lo primero que tienes que hacer es limpiar la superficie hasta que quede totalmente libre de suciedad y polvo.

    En el caso de que haya alguna mancha de óxido, tendrás que eliminarla con alguno de los productos que venden a tal efecto en cualquier ferretería. Pasar la lija o usar una lijadora es también una muy buena estrategia para preparar la reja antes de empezar a pintarla con la pistola.

    La mejor pintura para este tipo de superficie es la llamada de triple acción, que combina la imprimación, el tratamiento antióxido y el acabado. Como en el resto de superficies, tendrás que seguir las instrucciones para diluirla antes de empezar el trabajo.

    En general, bastarán un par de pasadas con la pistola de pintar para que el resultado sea perfecto. Después, deja secar la pintura y comprueba si es necesario darle una segunda mano.

    ¿Cómo pintar madera con pistola?

    Los objetos de madera con los que más se utiliza la pistola de pintar son los muebles y las puertas. En cualquier caso, es fundamental limpiar la superficie perfectamente antes de empezar el trabajo.

    En el caso de las puertas, ya que los muebles son más fáciles de mover, es importante proteger todas las zonas de alrededor con plástico y cinta.

    Si hemos elegido pintura en esmalte para la puerta, habrá que diluirla en un 10% con agua. Con otros productos, deberás seguir las instrucciones del fabricante. Una vez preparada la mezcla, hay que removerla para evitar la aparición de grumos y lograr que sea uniforme.

    Dependiendo del modelo de pistola, podrás graduar el caudal de la pintura, elegir la boquilla más adecuada o ajustar la intensidad de salida. Después de probar en alguna otra superficie, llega el momento de pintar la puerta.

    Lo más normal es que necesites un par de manos para obtener el resultado que estás buscando. La ventaja es que el secado suele ser muy rápido, por lo que podrás empezar con la segunda en pocos minutos.

    ¿Cómo pintar fibra de vidrio con pistola?

    Incluso los profesionales suelen afirmar que la fibra de vidrio presenta bastante dificultad a la hora de pintarla. Sin embargo, una buena pistola de pintar puede facilitar este trabajo.

    Los objetos de este material que más se suelen pintar son las piscinas y los cascos de moto. Antes de empezar, deben ser preparados para obtener después el mejor resultado. Así, lijar bien la superficie va a permitirte conseguir un acabado más brillante y suave.

    Tras el lijado hay que limpiar con jabón suave o alcohol mineral toda la superficie y aclararla con agua limpia cuando hayas terminado. En cuanto a la pintura, la mejor es la acrílica.

    Aunque cada persona puede tener sus gustos, en la mayoría de los casos basta con una sola capa de pintura para que el objeto quede perfecto. Si no te convence el resultado, siempre puedes darle una segunda mano cuando la primera se haya secado. Eso sí, en cualquier caso la capa debe ser fina y cubrir uniformemente toda la superficie.